El Padre José Kentenich siempre decía:
“SI PIENSO EN EL 20 DE ENERO ME CRECEN ALAS…,
LAS ALAS DE LA FE EN LA VICTORIA.”
Así con este mismo anhelo subiéndonos a las alas de la victoria invitamos a toda la familia de Schoenstatt, desde esta página, a crecer en Alianza Filial con un gesto heroico hacia nuestro Padre Fundador; como en aquel lejano y doloroso 20 de enero.
Decidámonos nuevamente por el Padre, así como él sé decidió por nosotros para que pronto llegue el reconocimiento de parte de la Iglesia a su misión mariana para el mundo de hoy. Su Santidad el Papa Juan Pablo II le dijo a la Familia de Schoenstatt:
¡CANONÍCENLO USTEDES!
Nosotros sus hijos, debemos hacer realidad esta frase. Recordemos las palabras que el Padre escribiera desde la prisión en diciembre de 1941:
“YO ME ESFUERZO PARA QUE USTEDES PUEDAN ESTAR ORGULLOSOS DE MÍ. CUIDEN DE QUE YO TAMBIÉN PUEDA ESTARLO DE USTEDES.”
Queremos decirte Buen Dios:
Aquí estamos! ¡Somos sus hijos! ¡La familia del Padre!
que, por la Alianza de Amor, en el espíritu del 20 de enero te imploramos por la poderosa intersección de nuestra Madre, Reina y Victoriosa Tres veces Admirable de Schoenstatt le regales al Padre Kentenich el honor de los altares.
Te ofrecemos para su pronta beatificación y canonización nuestro esfuerzo por la más alta santidad en la vida diaria, con vigoroso espíritu de sacrificio y sencilla alegría para que el mundo lo descubra como: Profeta del Dios vivo, portador de Cristo a nuestro tiempo y resplandor luminoso del rostro de María hoy, que ha entregado la misión de su vida a la Santa Madre Iglesia.
“¡Ayúdanos, María, es tiempo ya! “.
“¡Hilf, María, es ist Zeit…!”
Esta oración a María, era rezada por el Padre Kentenich con fuerza y entusisasmo cuando tenía entre 7 u 8 años. Esta especie de jaculatoria, se rezaba mucho en Alemania como un resumen del Salve.
La misma también fue rezada por las Hermanas de María cuando el Padre Kentenich estaba agonizando.