RECIBAMOS LA BENDICIÓN DEL P. JOSÉ KENTENICH

marzo 31, 2008

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Queridos Hermanos:

 

«Era verano de 1928. Una hermana de  la Federación empezo sus estudios en la Universidad de Friburgo.  Este viaje lo interrumpio en Coblenza para realizar una visita a Schoenstatt y pedirle al Padre Kentenich algunos consejos.»

«Al despedirme de él, me dio la bendición y luego me dijo: «Cada mañana y cada noche déjese bendecir por mí». 

Yo no comprendí cómo podía ser esto. Entonces el Padre me explicó que cada mañana y cada noche, él daba su bendición  a todos los que le conifaban sus preocupaciones y en ese momento se arrodillaban para implorarla. Así lo había arreglado con la Madre de Dios y así ya  José Engling lo había cultivado.

Tengo que confesar -dice ella-,  que desde entonces no he cumplido ningún  punto tan fiel  y regularmente como éste  en mi consagración de la mañana y de la noche.

 El Padre le siguió explicando.  «Él dijo que si durante el día, en cualquier situación  necesitaba su bendición, entonces debería arrodillarme en silencio y pedirla. Así la recibiría.»  

Lo que aquí relato vale para todos los hijos de la Familia de Schoenstatt. Esto vale hoy quizás más que antes, pues en su nueva presencia nos ve y escucha nuestras peticiones. A.N.

Por la intercesión de nuestro Padre yFundador

 y de nuestra querida Madre, Reina y Victoriosa,

Tres Veces Admirable de Schöenstatt,

nos bendiga el Dios Uno y Trino,

el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Amén.  

Gacetilla del Secretariado «Padre José Kentenich»

Casilla 66 – Correo Bellavista – Santiago, Chile.