Villa Ballester un lugar elegido por la Sma. Virgen María

marzo 23, 2010
P. Kentenich y miembros de  la Comunidad alemana (1947)

P. Kentenich y miembros de la Comunidad alemana (1947)

“Para que el mundo por Ti renovado,  glorifique a tu Hijo Jesús”

 

 

«He venido a traer fuego a la tierra  ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!” (LC.12, 49)

 Estas palabras nos apremian, como discípulos-misioneros, a un ardor siempre renovado por la Misión.

El fuego del que habla Jesús es el amor. Fuego que a Él lo había consumido entregando su vida en la cruz. Desde allí mira al discípulo amado, al joven Juan, el único fiel a sus pies clavados y  le pasa la antorcha encendida en ese gran  amor, diciéndole: “He aquí a tu Madre…”.  Ella es  el fuego, el fuego del  Fuego de Cristo.

María, el remolino de Jesús, está llamada a llevar a los hombres desde su corazón a Cristo en el Espíritu Santo al Corazón del Padre Dios.

 “He venido a tirar del carro de triunfo de la Madre de Dios”

 Estas son las palabras de nuestro Padre y  Fundador, el P. José Kentenich  pronunciadas al arribar a nuestras tierras, hace concretamente 63 años.   Estas,  nos impulsan como  las palabras de Jesús que encabezan este artículo, “… fuego del fuego de Cristo…, que llameante esparce centellas luminosas, hasta que el mundo como un mar de llamas se encienda para la gloria  de la Santísima Trinidad”. J.K.

El Padre Kentenich llega a  Villa Ballester  el 29 de Mayo de 1947,  a  encender  en las almas el fuego  del amor a María. ¿Y con quiénes se encuentra en primer lugar?

Con las primeras hermanas de María (Instituto secular fundado por él mismo) que habían arribado a la Argentina en 1935 desde Alemania, llamadas e invitadas  por los Padres Pallottinos, especialmente por el Padre Weber. Este último  estaba encargado  de  atender la pastoral  de un grupo de alemanes que habían emigrado a estas tierras, previo a las dos grandes guerras mundiales, en 1913 y 1933. Se establecen aquí atraídos por el clima y las facilidades que les ofrecían otorgándoles terrenos y precarias viviendas los hermanos catalanes Ballester Flotat.

Las hermanas de María fueron convocadas especialmente  para  llevar adelante la atención espiritual de esta comunidad de habla alemana.

Fueron albergadas en la casa de la Familia Eckstein,  quienes  donaron la propiedad a la colectividad alemana; el lugar actualmente se  llama Marienheim y significa Hogar de María.

Al llegar al “Marienheim”,  el Padre Kentenich se dirigió en primer lugar a la capilla. Tras orar unos minutos en silencio, se volvió hacia las Hermanas y les  dijo algunas palabras que mueven montañas:

 “La Madre de Dios quiere renovar el mundo por intermedio nuestro.

 Ella quiere crear un movimiento de Renovación.  ¡Desde aquí! 

Y no quiere hacerlo  sola, sino  a través  de instrumentos.

Esa  es nuestra tarea: ser instrumento.

 ¡¡¡Ella se ha glorificado Aquí!!! ¡¡¡Ella ya se ha establecido Aquí!!!

De ese lugar físico donde el Padre Kentenich se alojó, sólo queda el antiguo patio, por el cual paseó muchas veces rezando el Rosario.

La casa era modesta. Antes de ingresar al salón central, había dos sencillas habitaciones, una a la derecha y la otra a la izquierda, eran pequeñas y muy húmedas.  El Padre ocupó la pieza de la derecha, que tenía un lavabo dentro de un placard de madera. Al no disponer de baño privado, utilizaba uno común de chapas ubicado  en el patio, no había tampoco agua corriente.

Testigo de su presencia en nuestra ciudad, es la calle Pueyrredón, camino de ocho cuadras   que hacía con frecuencia a pie,  para ir a tomar el tren.

Mientras el Padre estuvo en Villa Ballester, permaneció  en la casa, atendiendo a la gente que quería conversar  con él. Su catequesis era continua, e iba dirigida en primer lugar a las Hermanas de María, ya sea en  la meditación matutina, en diálogos personales, o en las conversaciones en la mesa.

Una de las preocupaciones del Fundador era infundir en ellas la convicción de que Schoenstatt, como hecho de gracias, era una realidad no sólo  en Alemania, sino también aquí  en Argentina, donde ellas estaban.

De ahí su insistencia en el “AQUÍ”.

 Como profeta deja tres imperativos para el futuro Santuario de gracias y el floreciente Movimiento de peregrinos:

 * “La Santísima Virgen quiere glorificarse y establecerse todavía más AQUÍ. Más aún, quiere renovar  Buenos Aires…  No sólo desde Schoenstatt, Alemania, debe ser renovado el mundo, sino también DESDE AQUÍ.”

 * “La Madre de Dios se quiere establecer aún más aquí para transformar este lugar  y a cada uno de nosotros en María. ¡Hágase María!

 

* “Aquí quiere desplegar de manera visible su actividad y llevar a las personas hacia arriba, transformarlas. Ella obrará a través de nosotros.”

El Movimiento asume, con las hermanas, no sólo la Misión dada por el Padre, “Desde Aquí”,   sino que junto a ellas quiere regalar al mundo, a nuestra Patria y a cada familia que recibe la Virgen Peregrina,  el ser  imagen y Modelo de la Sagrada Familia de Nazaret.

 * Desde Aquí se  apoyó y  participó en la búsqueda del terreno y construcción de varios santuarios, especialmente el  Santuario Nacional de Florencio Varela. (1952)

* Desde Aquí  El Padre Kentenich escribió  parte de la Carta del 31 de Mayo, carta decisiva para el futuro del Movimiento de Schoenstatt, que luego fue ofrecida en el altar del Santuario de Bellavista (Chile)

 * Desde Aquí  surgió  la corriente de los  santuarios del hogar inspirada en los rincones marianos que las familias  de la comunidad tenían en sus casas.

La Familia  de Villa Ballester comienza la búsqueda   de su propio terruño y  encuentra  una sede de manera muy providente en 1973. Son tiempos de entrega y fidelidad.

Conscientes de su riqueza histórica busca su misión diocesana con gran compromiso.

 El 18 de septiembre de 1975 es proclamada: “Desde aquí, en fidelidad crucificada  forjemos el Nazaret del  Padre”

Finalmente el 20 de septiembre de 1980, la Familia ballesterense ve cumplido el sueño de tener su Santuario.

Este   lleva como Misión e Ideal en sus muros  la de ser y forjar Nazaret. Si bien ni siquiera es uno de los primeros de nuestra Patria, al ser el que recoge las palabras proféticas del Padre,  pienso que de alguna forma, supo ser el testigo silencioso y el que tuvo el privilegio de acoger en su tierra, la primera casa central,  durante muchos años, de las Hermanas de María.

 María quiere llenarnos y atraernos hacia Ella, para ser niños ante el Padre,  para que DESDE AQUÍ,  desde el Santuario, pueda renovarnos y renovar al mundo.

 Su Hna. María Ester

Bibliografía:v      Platicas del Padre Kentenich en Villa Ballester, Argentina

v      “Huellas de un Padre” del Padre Esteban Uriburu

v      “Historia de los alemanes en la Argentina” de Martín Lange

v  Consultas: Dr. José Angió, Dr. En historia y Miembro de la Acad. Nacional de   Historia

 


Últimos pasos de la etapa diocesana del proceso de Canonización del P. Kentenich

marzo 16, 2010

“No se canonizan ideas sino vidas…”

“ Los santos son respuestas de arriba a las preguntas de abajo…”

 “El Santuario tiene que ser una cuna de santidad para muchos…”

Ya se han cumplido todos los requisitos de la etapa diocesana del proceso de canonización  del Padre José  Kentenich, fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, y se espera que en los próximos meses se puedan concluir las tareas, muchas de ellas de orden técnico, de manera que la documentación pueda enviarse a Roma para iniciar la segunda etapa, que es la definitoria. Así lo indicó el postulador de la causa, el padre Ángel Strada, quien lleva adelante el proceso del padre Kentenich desde el 20 de enero de 1997 y es también postulador de la causa de Mario Hiriart, un laico chileno perteneciente al Movimiento y cuyo proceso ya se encuentra en Roma.

En una entrevista publicada en el sitio web del Movimiento de Schoenstatt en la Argentina:   www.schoenstatt.wordpress.com,   el padre Strada comentó cómo está actualmente el proceso del fundador, los pasos que se debieron seguir y cómo mantener vivo el interés por su canonización. 

El proceso de canonización

En primer lugar, explicó en qué consiste un proceso de canonización, que “es el procedimiento legislado por la Iglesia católica para verificar la santidad de una persona y reconocerla como modelo de vida según el evangelio e intercesora ante Dios, autorizando el culto litúrgico en su memoria”.

 “En la actualidad, según la legislación vigente desde 1983, consiste en dos etapas. La primera es informativa y se realiza en la diócesis donde la persona murió. Consiste principalmente en la toma de declaración de los testigos – a favor y en contra – y en la recolección de todo el material que sirva para investigar su vida y su heroicidad de virtudes. La segunda etapa en Roma es definitoria. La Congregación para las causas de los santos evalúa toda la información recibida y con la ayuda del juicio de ocho teólogos y de ocho obispos y cardenales llega a una conclusión que presenta al Santo Padre. En el caso de los confesores se inicia después el tratamiento del proceso de milagro, cuya primera etapa se la realiza en la diócesis donde ha tenido lugar. En el caso de los mártires no se requiere un milagro para la beatificación.

 El estado actual de la causa

Tras recordar que la causa del padre Kentenich fue iniciada el 10 de febrero de 1975, seis años después de su fallecimiento, por pedido de la Presidencia internacional de Schoenstatt, detalló cuál es el estado en que se encuentra actualmente:  
 “Ya se han cumplido todos los requisitos de la etapa diocesana: la declaración de testigos, el examen de los escritos editados, la recolección y evaluación de los escritos no editados, la documentación sobre la fama de santidad, la declaración de no culto litúrgico, etc.  En este último tramo, debido al cúmulo de trabajo del delegado diocesano por ser simultáneamente vicario general de la diócesis de Tréveris, la causa ha estado un tanto demorada. Tanto él como el nuevo obispo, monseñor (Stephan) Ackermann, han manifestado explícitamente la voluntad de que en los próximos meses se puedan concluir las tareas, muchas de ellas de orden técnico: numeración de las actas, legalización, confección de índices, etc. Entonces se podrá realizar la sesión de clausura y enviar a Roma toda la documentación”.

 Santidad en la vida diaria y milagro

Al informar que “se han catalogado alrededor de 29.000 escritos (cartas del y cartas al o sobre el P. Kentenich, conferencias, homilías, estudios, apuntes, etc.)”, sostuvo que “testimonian su autoridad moral y su fama de santidad, dado que ellas motivaron a tantas personas a guardar como un tesoro la carta recibida o los apuntes tomados en una conferencia”. De todas maneras, consideró que “es bueno destacar que el examen de los escritos no constituye el tema central de un proceso. ‘No se canonizan ideas sino vidas’, escuché decir a un perito. Lo más decisivo es la existencia concreta de la persona y las huellas de su seguimiento incondicional de Jesucristo”.

Otras causas

Hasta el momento, ha concluido la fase diocesana de los procesos de varios hijos e hijas espirituales del padre Kentenich, como los de José Engling, Joao Pozzobon, Hna. Maria Emilie y Mario Hiriart. Al ser consultado sobre si esto influye en el proceso del fundador, expresó:

“Creo que es muy significativo que junto a su causa de canonización estén en marcha causas de discípulos suyos. Todas hacen manifiesta la fecundidad del carisma del fundador. Y que el Espíritu Santo quiso regalar en Schoenstatt un camino nuevo de santidad en la Iglesia. Hay caminos sumamente fecundos y reconocidos, los abiertos por Benito de Nurcia, por Francisco de Asís, por Teresa de Ávila, por Ignacio de Loyola… Han regalado a la Iglesia y a la humanidad figuras insignes.  El camino abierto por el P. Kentenich comienza a estar avalado por las diferentes causas de canonización. Es de desear que todas concluyan con el reconocimiento de la santidad, tanto del fundador como de sus discípulos”.

Mantener vivo el interés

En cuanto a cómo se logra que después de más de 30 años de proceso se mantenga vivo el interés de la Familia de Schoenstatt, el padre Strada subrayó que este interés “Se manifiesta de múltiples modos: la oración por la beatificación, el rezo de novenas, la ayuda financiera, el interés por la marcha del proceso, encuentros y jornadas con este tema, etc. De muchos países peregrinan personas al santuario original y a la tumba del Padre, visitan la Casa Padre Kentenich y la Casa de formación de las Hermanas donde vivió sus últimos tres años. En casi todos los centros del Movimiento en todo el mundo se han erigido memoriales o lugares de encuentro con el P. Kentenich. Estas y muchas otras manifestaciones expresan que la persona del fundador permanece viva en su fundación”.

 Texto publicado por  Aica  el 19 de febrero 2010


El amor más grande el estar el uno “en, para y con” el otro

marzo 16, 2010

Pie pellicane, Jesé Dómine, me inmundum munda tuo sanguine…

 Piadoso pelicano, Señor Jesús, a mi, inmundo, límpiame con tu sangre…

Así  reza uno de los himnos  eucarísticos de Santo Tomas de Aquino. Se basa en la creencia popular  de que el pelicano se abre el costado con el pico, y con la sangre que de él  mana alimenta a sus polluelos.   Sacrifica su vida para que sus hijos puedan vivir.

Es la exaltación de la nobleza, el sacrificio de uno para alimentar  a los demás con su sangre en este caso, y con su sudor en los más.

 El amor más grande el estar el uno “en, para y con” el otro

Así como el pelicano, Cristo,   nos alimenta real y verdaderamente con su Cuerpo y su Sangre siempre  que lo recibimos en la comunión. 

Así el Padre  Kentenich  gustoso da su vida por  sus  polluelos cuando dice:

 Madre…, estoy a tu disposición  con todo lo que soy y lo que tengo:
¿Quieres mi trabajo?
¡Aquí estoy!
¿Quieres que todas las fuerzas de mi espíritu  lentamente se desangren?
¡Aquí estoy!
¿Quieres mi muerte?
¡Aquí estoy!
Pero procura que todos  los que tú me has confiado amen a Jesús  vivan para Jesús
y aprendan a morir por Jesús. Amen
 

Esta oración fue  escrita  en 1942  mientras el Padre estaba preso en la cárcel de Coblenza. Forma parte   de un  estudio que el Fundador  tituló  “Nueva Creación en Jesús y María”, dirigido  a Cristo y después a su Madre. En el mismo manifiesta su entrega total para llevar a Schoenstatt a un nuevo estadio de maduración, que significa conocer y amar  mejor a Cristo. Para ello se ofrece como instrumento. Ruega a María  que suscite otros instrumentos  y le pide, que, Ella,   cuide  que Schoenstatt  viva aún más “en Cristo” en todos sus momentos, gozosos, dolorosos, gloriosos y hoy podemos agregar luminosos. 

Imagen del Pelicano del portal de la Iglesia de Dios Padre en Florencio Varela.  Texto publicado y compilado por  Ana Lucia  06-02-2010


Unidos en la Alianza

marzo 1, 2010

Queridos hermanos en la Alianza:

 Todos hemos visto en los diarios y televisión el devastador terremoto que han sufrido nuestros hermanos de Chile. Muchos han sentido sus efectos con diferente intensidad en varias ciudades de nuestro país, especialmente en Mendoza, San Rafael, Salta y San Juan. 

 Los invito a acompañar a nuestros hermanos en la Alianza y a todo el pueblo chileno con nuestras oraciones, pensando en quienes han perdido seres queridos y casas; la reconstrucción después de una catástrofe de esta magnitud es muy ardua.  Pidamos a nuestra Madre paz y consuelo, fortaleza y esperanza para todos los que hoy sufren tanto dolor.

 Unidos al Padre Fundador pidámosle juntos a la Mater:

 Como tu Hijo, que durante su vida terrenasaciaba el hambre y traía consuelo y salud a los enfermos, así con Él pasa ahora entre nosotros bendiciendo en silencio, para darnos el inmenso poder de tus manos de Madre.

 Desde el Santuario reciban un cordial saludo y bendición

 P. Javier Arteaga