Como todos los años, en la página del Movimiento de Schoenstatt de Alemania, aparece la»Estrella» de Belén. Es un lugar para que cada persona envíe un pequeño mensaje y los nombres de todas las personas queridas que quieran que estén en el Santuario Original en la Nochebuena para, oraciones mediantes, recibir un milagro de amor.
Aquí va el sitio: http://cmsms.schoenstatt.de/es/estrella.htm
Cuántas personas rezan hoy en día a la Madre tres veces Admirable. Cuántas personas giran hoy en torno a nuestro Santuario…”
Nuestro Santuario, el nuevo Belén, donde Cristo nacerá de nuevo para este tiempo. Nuestro nuevo Belén, hace casi 100 años que anhelamos ser el Belén para miles y miles de personas…
Hay una tradición lindísima en Belén en Tierra Santa. En la madrugada del 25 de diciembre, los monjes benedictinos de Belén peregrinan rumbo a la iglesia de la Natividad, donde una estrella en el suelo marca el lugar donde nació Jesús. Llevan consigo un libro con los nombres de cientos de personas que, durante el tiempo de Adviento, pidieron estar presentes en la Nochebuena de Belén. En agradecimiento por el regalo de los monjes, les envían una donación para que se mantenga abierto su monasterio…
Hay algo semejante en el Santuario Original, el nuevo Belén. Desde el año 2002, miles y miles de nombres llegan, año tras año, al pequeño Santuario Original en Schoenstatt. Enviadas desde todos los continentes, bajo el lema: “ Que mi nombre sea una estrella en este nuevo Belén”, cada Navidad, el pesebre del Santuario Original abre sus puertas de par en par a la lluvia de estrellas….
“Que mi nombre sea una estrella en este nuevo Belén”
Ahora se abre nuevamente para todos la temporada de las estrellas. Desde el Santuario Original, vía schoenstatt.de como intermediario, se invita a todos a llenar estrellas con los nombres de todas las personas que quieran acercarse al pesebre del Niño Jesús para experimentar milagros de amor.
Mi estrella en el pesebre «Mi nombre en la estrella» comenzó en 1997 con los «Diez minutos junto al pesebre», como una invitación a la gente a escribir y depositar allí su nombre y el de sus seres queridos, amigos, familiares, al igual que el de vecinos, protagonistas de las noticias en los diarios… Desde el primer día, para quienes participaron de los «Diez minutos» ésta fue una de las experiencias más fuertes del tiempo en torno al pesebre.
El año 2002 nació la idea de enviar estrellas a Schoenstatt y la consiguiente invitación a todos los que visitan http://www.schoenstatt.de a hacer lo mismo, tuvo como resultado una verdadera avalancha de estrellas llegadas al Santuario Original. Cada año son más las estrellas, o mejor dicho, los nombres que llegan. Esto lleva a cada uno a pensar en aquellas personas que quiere acercar al pesebre del «nuevo Belén» que es el Santuario Original, y al mismo tiempo hace n que la mirada se pose más allá de los propios familiares, abarcando a muchos otros…
Familiares, amigos, vecinos, gobernantes, compañeros de trabajo, obispos, todos
Una vez más, en esta Navidad, están todos invitados a enviar los nombres de todas las personas que deseen hacer presentes en el pesebre en la Nochebuena de Schoenstatt. Estos nombres serán llevados el 24 de diciembre a las 16.30 h. al Santuario Original, y más tarde, durante la Misa de Nochebuena celebrada a medianoche, son depositados sobre la tumba del Padre Kentenich, para volver durante el tiempo de Navidad al Santuario Original. El 25 de diciembre a las 8.00 h. estarán presentes en la Misa de Navidad en el Santuario Original, celebrado por el P. Joachim Schmiedl. Hay transmisión en vivo de la «hora de las estrellas» y de la Misa, en schoenstatt-tv. Es una peregrinación de pueblos al pequeño Santuario de Schoenstatt. A este Santuario, al que el 24 de diciembre de 1965, regresó el Padre Kentenich después de 14 años de exilio.
Entre las cinco y las seis de la tarde – la hora de su llegada – siempre se agradece aquí en presencia de todas las “estrellas”, por este «Milagro de la Nochebuena». Envíen su estrella… Para que se haga vida la Navidad en su familia, envíe los nombres de sus padres, hermanos, esposo, hijos… Para que se dé la Navidad en su lugar de trabajo, envíe los nombres de sus colegas, jefes, clientes, empleados… Para que la Navidad llegue a toda su ciudad, envíe los nombres de sus vecinos, sus alcaldes… Envíe los nombres de sus párrocos y obispos… Envíe los nombres de aquellos que son noticia en el mundo…
De este modo, la Navidad podrá renacer en el corazón de todos los hombres sin distinción.
Nota publicada en la pagina web del Movimiento de Schoenstatt Internacional.
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